Domingo 16 de julio de 2000, La Paz-Bolivia

INTERPOL TIENE MUCHOS INDICIOS
Un cruceño, implicado en el tráfico de armas

Doce escopetas vendidas en Santa Cruz fueron confiscadas a las FARC.

(ANF).- La Policía Internacional (Interpol) denunció que una empresa privada boliviana, la cruceña La Jara Import Export, está implicada en el tráfico de armamento hacia Colombia, y que su propietario tiene antecedentes por ese delito.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el almirante Jorge Zabala, informó que además de los 13 fusiles AK-47, SIG y SIG con sello del Ejército boliviano descubiertos en Colombia, la Policía y las Fuerzas Armadas de ese país incautaron 12 escopetas calibre 22 que "se habrían importado hacia Colombia por una empresa establecida en Santa Cruz".

INDICIOS Y ANTECEDENTES
Un informe de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Colombia, al que accedió la ANF, señala: "...Interpol-Bolivia comunicó que se tiene conocimiento que Renato Roca Cuéllar, propietario de la casa comercial La Jara Import Export, registra antecedentes por tráfico de armas".
Pero este no es el único ni el principal indicio en contra del empresario cruceño, propietario de una casa de venta de armas de cacería.
De acuerdo a investigaciones realizadas por las unidades de Inteligencia antiterrorista de Colombia, a principios del 2000 "en el depósito de armas de la Décima Tercera Brigada se encontraron dos fusiles Colt AR15 modelo Sporter II calibre 223 No. Serie SP350102 y SP352788".
"Al solicitar rastreo por intermedio de la A.T.F., se determinó que dichas armas fueron fabricadas por la empresa Colt Firearms y que fueron enviadas al mayorista SG&T, Inc.".
"Este mayorista envió el arma a Renato Roca Cuéllar, propietario del almacén La Jara con Licencia No. 20022472", dice el informe oficial que desde el 13 de junio está en poder del Departamento II de Inteligencia Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia.

ROCA NO SABE NADA
Consultado por ANF, Renato Roca Cuéllar dijo que no sabe ni de qué se trata el tema.
"Siempre que hay algún problema nos involucran a las casas que vendemos armas", dijo y precisó quelas empresas como la suya sólo importa revólveres, pistolas y escopetas que son armas de uso civil.
El empresario aclaró, además, que él no es responsable del destino y la utilidad que el comprador pueda darle a un arma, una vez retirada la mercancía de su casa comercial.
Titulares
INSISTE EN QUE EL SISTEMA DE IDENTIFICACIÓN DEBE SEGUIR EN SUS MANOS
Policía: En el RIN hay incapacidad
(ANF).- La Comisión de Defensa de la Función Especializada de Identificación Personal de la Policía denunció que el RIN está sumido en una profunda incapacidad administrativa y que es culpable de un "descarado derroche" de los recursos del Estado.
La comisión policial aseguró que en los almacenes del Registro de Identificación Nacional (RIN) se encuentran depositados equipos tecnológicos capaces de ejecutar el "sistema biométrico dactilar somático", tecnología adquirida de la transnacional Sisteco.

DERROCHE
"Esta tecnología se encuentra almacenada en los depósitos del RIN como un testimonio de la incapacidad administrativa y el descarado derroche", dice el comunicado al señalar que con ese sistema la Policía estará en condiciones de optimizar el servicio de identificación personal y disponer de un banco de datos que garanticen la seguridad interna del país.
La Policía, en el comunicado, afirma que está en condiciones de llevar adelante un proceso de cedulación masiva en los plazos establecidos si es que se mejora la infraestructura y los sistemas de control tecnológicos adecuados.
'Explica que el documento de identidad personal es esencial no sólo para regular la seriedad de las relaciones personales, la seguridad de las transacciones y los actos jurídicos, sino que se constituye en el principal documento de fe pública que tiene relación con la seguridad ciudadana y la seguridad interna del país.
La comisión, por tanto, insiste en que "la Policía, como depositaria de la confianza ciudadana y por expreso mandato de la Constitución y las leyes, debe continuar ejerciendo la responsabilidad de conducir el sistema nacional de identificación".
Titulares
¡Dónde está mi carro!

Quiénes roban autos, en qué especialidades están divididos, qué partes son las que más hurtan, qué destino tienen los vehículos sustraídos. En este informe le mostramos todo sobre el negocio ilegal del robo de vehículos en Bolivia.

Ocurre literalmente en un abrir y cerrar de ojos. De pronto, el vehículo que da cierto estatus social o sirve de herramienta de trabajo ha desaparecido.
Precisar cuántos autos son robados al día en Bolivia es, en este momento, una tarea casi imposible de cumplir porque la unidad policial encargada del tema tiene datos contradictorios que impiden dimensionar el fenómeno.
Lo que sí está claro es que en la actualidad es una actividad menos riesgosa y más lucrativa que el narcotráfico y que ha incorporado en sus métodos ilegales robos a mano armada y labores de inteligencia incluso superiores a las utilizadas por la Policía Nacional cuando se observa los resultados.
En el mundo de los ladrones de vehículos se efectuó una división del trabajo casi perfecta. Los jóvenes, los principiantes, hurtan accesorios; otros, generalmente adultos, roban autos para venderlos como usados, y un tercer grupo especializado se lleva un vehículo para descuartizarlo y comercializar todo lo que sirva.
En ese mundo también se han tejido redes que cubrendesde la sustracción misma de los vehículos hasta los negocios colaterales a esa actividad delictiva.
En una punta de esa red están los que dirigen las bandas, incluso desde las cárceles, como Palmasola, y en la otra se encuentran los que venden los vehículos o las partes robadas.
Y aunque parezca extraño, la fase final de este tenebroso negocio: la venta de lo robado, se realiza a plena luz del día, en los mercados negros, en autoventas y en tiendas de autopartes que dicen desarrollar una actividad legal y que están diseminadas por todo el país.
En los últimos años, las bandas nacionales de auteros han tomado contacto con organizaciones internacionales.
Esas conexiones han vuelto más lucrativo el robo de vehículos en Bolivia y ha posibilitado que, por ejemplo, el narcotráfico y el robo de vehículos se emparenten.
Así, mientras los grupos de ladrones de vehículos van a cien kilómetros por hora, la Policía, que enfrenta limitaciones en cuanto a recursos logísticos y humanos y cuestionamientos por la actuación de algunos de sus miembros en este tema, parece marchar en retro.
Titulares
LOS TALLERES MECÁNICOS Y LOS INTERMEDIARIOS SON PARTE DE LA RED
Para las bandas que roban autos no hay chapa ni seguro inviolable

Los atracos son dirigidos desde las cárceles. Roban chapas y copian llaves, tienen ganzúas cuasi universales, han dado con la forma de inutilizar los bastones de seguridad e incluso seleccionan a sus víctimas a través de los avisos clasificados de los periódicos.

Detrás del robo de vehículos -tres por día desde que comenzó el año según datos oficiales, que no son muy confiables- está el crimen organizado. Bandas divididas por especialidades, y cuya industria prospera gracias al mercado negro de repuestos y automóviles de dudosa procedencia.
Allá están los que roban autos -que se valen de la maña o la violencia para hacerse de ellos-, los que sólo hurtan partes y accesorios, y aquellos que desmantelan los automóviles para comercializar sus partes. Auteros los primeros y charqueadores los últimos en la jerga delincuencial. Todo parte de la misma cadena delictiva que tiene otros eslabones en los talleres mecánicos clandestinos y algunas casas legales de repuestos y accesorios.
El robo de autos es un negocio menos peligroso y más rentable que el narcotráfico, aunque no es posible medir su alcance. Y la culpa de ello la tiene la misma Policía que ofrece datos contradictorios sobre la cantidad de vehículos robados en los primeros meses de esta gestión.
La Dirección de Robo de Vehículos (Dirove) Santa Cruz -donde se denuncia un robo cada 12 horas- tiene registrados 714 casos en los primeros cinco meses de este año, mientras la Dirección Nacional de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (Diprove) afirma que los vehículos robados en ese departamento no llegan a 351 en el primer semestre, y que los casos denunciados en todo el país no pasan de 633. Oficialmente, la incidencia de este delito ha decrecido a diferencia del robo de partes y accesorios que no ha hecho más que crecer.

ARMAS O INGENIO
Los ladrones de autos actúan por temporadas, unas roban vehículos antiguos, otras nuevos; unas veces carros lujosos y otras económicos o los transformers. Todo depende del mercado, pero también de su intención de borrar pistas. Además, se especializan en determinadas marcas y modelos y saben cómo violar sus cerraduras.
El primer paso consiste en ubicar el automóvil, estudiar el comportamiento de su propietario para establecer con precisión cuánto tiempo lo deja estacionado, a qué hora lo parquea y cuánto tarda en retornar. No trabajan en una sola zona. Caminan permanentemente, que en su jerga significa recorrer distintas zonas en busca de potenciales víctimas.
En Santa Cruz, la mayoría de los atracos son a mano armada y con consecuencias funestas para el conductor, le sigue El Alto donde en lo que va del año se registraron tres atracos con muerte.
Una calle solitaria y el rojo de un semáforo a veces es todo lo que necesitan. Mientras el conductor aguarda el cambio de luz, los ocupantes del vehículo que viene detrás, descienden, y a punta de pistola obligan al propietario a abandonar su coche.
"Los delincuentes han optado por asesinar o herir a sus víctimas para llevarse el vehículo. Ultimamente prefieren asaltar a taxistas", dijo el jefe de Dirove-Santa Cruz, coronel Humberto Gutiérrez.
Pero el refinamiento de su industria se puso de manifiesto con la caída de Hellming Antelo y su banda. El primer paso de este grupo consistía en sustraer una de las cerraduras del vehículo, por lo general la tapa del tanque de gasolina o de su protector, tomar los servicios de un cerrajero y hacerse fabricar una llave para llevarse el carro sin riesgos y sin despertar sospechas. Un método facilitado por algunas marcas -explicó el capitán Iván Rojas, jefe operativo de Dirove-La Paz- en las que la llave del tanque de gasolina es la misma que la de las puertas y la del contacto. Pero los ladrones en Cochabamba han dado con la forma de superar este método, incorporando a su equipo un especialista en llaves. Elegido el vehículo, unos le sacan la chapa y otro, en el mismo lugar y oculto dentro de un auto, copia la llave en minutos.

GANZÚAS CUASI UNIVERSALES
Pero no todos los roba-autos van tan lejos. A la mayoría le basta los instrumentos fabricados por ellos.Ganzúas cuasi universales capaces de abrir toda clase de vehículos.
Los bastones de seguridad no son un obstáculo, porque ellos fabrican o copian llaves para desactivarlos. Sólo los codificados están fuera de su alcance.
Hay otras formas en las que se combinan astucia y violencia, como ubicar a la víctima a través de los clasificados de los diarios en las columnas de compra-venta de autos usados.
Por esta vía, ellos eligen el vehículo, se presentan como compradores y le arrancan al propietario el compromiso de ir a probarlo. Siempre en pareja, uno se coloca al lado del conductor, el otro va detrás y es el encargado de encañonarle con un arma cuando el carro se desliza por calles desiertas. Con este método se han cometido varios robos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Los que roban partes y accesorios no son tan sofisticados. Su objetivo son los vehículos lujosos, porque les reportan buenas ganancias en el mercado negro. Atacan en grupos de dos o tres -son adolescentes o escolares que se inician en esta especialidad- y uno de ellos hace de campana, que en el lenguaje de las calles es el que da la voz de alerta si alguien se aproxima. Por lo general, eligen los vehículos parqueados en calles silenciosas, y le sacan provecho a la costumbre muy boliviana de dejar el auto en la puerta de la casa y de estacionarlo en cualquier parte.
Los charqueadores, en cambio, operan de dos formas: aquellos que trabajan con los auteros, que se roban los transformers y los modelos antiguos para desmantelarlos, y que trabajan en talleres y garajes clandestinos, y los que operan en equipos volantes. Dos o tres personas que llevan consigo las herramientas necesarias para cumplir su cometido. Su blanco son los radiotaxis, los abordan, piden que les traslade a una dirección alejada y en el camino atacan al conductor. Se llevan el auto a un lugar desierto y lo despojan de todo lo que pueda venderse a buen precio y sea transportable: radios de comunicaciones, tocacintas, batería, llantas... Lo que no se pueden llevar lo abandonan.

CONEXIÓN CON LA CÁRCEL
Pero eso no es todo. Diprove está convencida de que muchas de estas mafias operan desde las cárceles. "Estamos manejando esta hipótesis", dijo el capitán Rojas. "No se olvide que en la cárcel está la mafia, y esa gente se pone en comunicación con la gente de afuera y siguen organizados", agregó el director nacional de Diprove. Frase que es más cierta que nunca en el caso del penal cruceño de Palmasola, donde se concentran los pedidos de los "albertos" (gente que compra objetos y vehículos robados)y desde donde se imparten las instrucciones a los "levantadores" (ladrones que roban el automóvil), con las características del vehículo requerido: marca, modelo y hasta el color.
Titulares
LAS LIMITACIONES SON EVIDENTES
La Policía enfrenta una lucha desigual
El viento helado que recorre La Paz desde hace días ingresa impertinente por las rendijas de un techo mal colocado de un viejo caserón de la calle Pando, en el barrrio Churubamba, una de las zonas más antiguas de la cuidad. Allí funciona Diprove.
En el frío ambiente se confunden los escritorios de los investigadores con el del director nacional que no tiene un despacho propio que le permita tener cierta privacidad.
En una oficina contigua, una vieja computadora trabaja sin parar. En ella, los agentes, vestidos de civil, elaboran informes de sus investigaciones, preparan estadísticas y registran las denuncias de autos robados. Tienen una portátil que la usan de apoyo en el trabajo de campo.
Y al terreno deben ir prácticamente a pie porque si bien su trabajo es recuperar vehículos de manos de los ladrones, no tienen ni un solo motorizado a su disposición.
En la ciudad de El Alto las condiciones son peores. Una vetusta oficina sirve de sala de denuncias, de centro de investigaciones y hasta de dormitorio de los de agentes.
Diprove trabaja en La Paz, zona central y Sur, y en El Alto con 34 efectivos, en su mayoría desprovistos de armas para enfrentar a las bandas dedicadas al robo de autos.
Pese a esas limitaciones, hace algunas semanas Diprove desarticuló la banda de Hellming Antelo, entre las acciones más destacadas de esa unidad en lo que va de este año. El trabajo que generalmente realizan los investigadores es de seguimiento a través de informantes e infiltración en las organizaciones delictivas con agentes encubiertos.
Sin embargo, la falta de infraestructura y logística no es el único mal que enfrenta Diprove. Como ocurre con casi todas las oficinas de la Policía, ha sido cuestionada por la implicación de sus miembros en actos de aparente complicidad con las redes que sustraen autos y los negocian ilícitamente.
Hace más de un año, el ex director departamental coronel Felipe Molina y varios oficiales y clases fueron acusados de extorsión por Tairón Gutiérrez, un experto en el robo de motorizados.
Según la denuncia, Molina, que estuvo cinco años en esa repartición policial, conocía a todos los denominados auteros y les pedía mil dólares como monto mínimo para que puedan robar sin ser perturbados por Diprove. El caso está en los tribunales ordinarios de La Paz.
Mientras tanto, el Comando General de la Policía optó por cambiar a todo el personal de esa unidad en los nueve departamentos.
Titulares
LOS ACCESORIOS Y LAS PIEZAS DEL VEHÍCULO ESTÁN EN LA MIRA DE LOS AUTEROS
¿Qué partes prefieren los ladrones?

Algunas están expuestas, otras ni siquiera se ven; pero, todas tienen un precio en el mercado negro de las autopartes del país. Los que se inician en el robo de vehículos comienzan por espejos y limpiaparabrisas, luego pasan a la sustracción total de los autos.




ACCESORIOS

LUCES HALÓGENAS
Las luces halógenas son útiles para facilitar la visión en lugares nublados. En las tiendas de autopartes cada una de ellas cuesta 50 dólares. En el mercado negro son vendidas a 200 bolivianos.

CABEZALES
Están en la parte superior de los espaldares de los asientos y son imprescindibles en los vehículos de lujo. Son escasos en las tiendas de autopartes, pero en el mercado negro son ofrecidos desde 100 bolivianos.

VIDRIOS LATERALES
Son fijos y cuando son robados, las gomas que los rodean quedan destruidas. En las ferias los ofrecen desde 20 bolivianos porque son parte incluso de un Brasilia. En las tiendas valen 50 dólares.

EMBLEMAS
En la mayoría de los autos están adheridos a las máscaras o se lucen en los capós. Es difícil encontrarlos en una tienda de autopartes, pero en el mercado negro son vendidos entre 15 y 90 bolivianos.

SINCRONIZADORES
Activan la doble tracción que da potencia adicional al vehículo para actuar en todo terreno. Su precio en el mercado informal es de alrededor de 200 bolivianos. En las tiendas los venden a 100 dólares.

CEREBROS ELECTRÓNICOS
Son minicomputadoras que controlan todos los sistemas de los autos de última generación.
En las ferias los ofrecen sin mostrarlos y las importadoras los encargan a pedido. Valen más de mil dólares.

TOCACINTAS Y CD
Los vehículos de lujo tienen verdaderos aparatos de sonido con CD incluido. En El Alto ofrecen tocacintas y aparatos para CD entre 250 y 500 bolivianos. En las distribuidoras su precio varía entre 150 y 300 dólares.

LIMPIAPARABRISAS
Aunque en los últimos modelos están cubiertos por el capó, son fáciles de robar. En el mercado negro el par es vendido entre 40 y 100 bolivianos. En las tiendas de autopartes llegan a costar hasta 50 dólares.

LLANTA DE AUXILIO
Está más expuesta en vagonetas y jeeps. Actualmente es sustraída con un sacatuercas electrónico y, dependiendo de su estado, es vendida en las ferias del país desde 100 bolivianos, junto con el aro.

RETROVISORES
Son los accesorios más robados. Los que tienen cubierta de metal son los más cotizados.
En el mercado negro se venden desde 80 hasta 250 bolivianos. En las importadoras su precio mínimo es de 40 dólares.

TAPAS DE LAS LLANTAS
Son de plástico y, en algunos casos, cubren los pernos de las ruedas. Un juego de cuatro cuesta 35 dólares en establecimientos legales. En el mercado informal se puede comprar un par en 15 bolivianos.

ANTENAS DE RADIO
Tienen un imán para pegarlas en los techos o las cajuelas de los radiotaxis. Por ello, son fáciles de robar. Su precio legal está entre 15 y 20 dólares. En la feria 16 de Julio se encuentra hasta en 20 bolivianos.




PIEZAS

EL MOTOR
Es desmontado y vendido en precios que van desde 300 bolivianos o por partes (block, pistones, vielas, cigüeñal, válvulas y culata). El alternador, el generador y el distribuidor también son comercializados.

ASIENTOS Y PUERTAS
Son fabricados en serie y, por lo tanto, pueden servir para uno u otro vehículo. En la feria 16 de Julio cuestan entre 100 y 300 bolivianos. Luego deben ser pintados con el color del auto al que van a ser incorporados.

BATERÍAS
Son desconectadas del vehículo aflojando los bornes. En las tiendas las venden desde 100 bolivianos, dependiendo de la marca y el tamaño . En las ferias se pueden conseguir en menos de 50 bolivianos.

PARABRISAS
Ahora son parte integral del fuselaje del vehículo, por lo que el desmontarlo supone afectar el marco de metal que lo sujeta. En el mercado negro cuesta 150 bolivianos y en las importadoras desde 100 dólares.
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CONOZCA LOS ÚLTIMOS SISTEMAS DE SEGURIDAD PARA LOS VEHÍCULOS

EL CHIP SATELITAL
Se trata de un ojo electrónico que va adosado en algún lugar del vehículo. Emite una señal continua que es seguida por un satélite de tal forma que se puede ver hacia dónde se dirige el automóvil. En Estados Unidos y otros países, el chip satelital es utilizado para monitorear, por ejemplo, camiones pertenecientes a empresas de carga, a fin de vigilar que los motorizados no se desvíen de su ruta y cumplan con el horario de entrega de las mercancías. En Bolivia existe una empresa que otorga ese servicio, aunque su instalación todavía resulta caro. Es el sistema antirrobos más novedoso de todos los inventados hasta ahora.

EL BASTÓN ELECTRÓNICO
El bastón metálico es un sistema que ya tiene alrededor de 20 años en el mercado. Se trata de una palanca con curvas en los extremos que fijan el volante con la base del asiento del conductor o con uno de los pedales del vehículo. Está hecho de hierro y se puede retirarlo únicamente con una llave. Sin embargo, los ladrones de autos han encontrado formas para violarlo. Recientemente salió al mercado bastones de seguridad electrónicos que se programan con una clave que sólo la conoce el conductor y la utiliza cuando desea desactivarlo. En Bolivia, los bastones electrónicos todavía no están en oferta en las tiendas de autopartes.

ALARMAS Y SWITCHES
Algo que se ha puesto de moda en el país y en otras naciones es el uso de alarmas que suenan al menor contacto de un objeto con el carro. Se trata de un sistema fotoeléctrico que es activado por el dueño del auto cuando éste se encuentra parqueado. La sensibilidad de la alarma puede ser ajustada en el momento de su instalación. Otra opción, aunque ya tiene muchos años de vigencia, es el switch que se instala en un lugar que sólo conoce el dueño del auto.
La función de ese aditamento es bloquear el sistema eléctrico del vehículo e impedir su funcionamiento. Este es uno de los sistemas más recomendados por la Policía.
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CONSEJOS PARA EVITAR UN SUSTO
* Contrate un seguro contra todo riesgo para su automóvil que incluye el robo entre otras coberturas.
* No deje su vehículo en lugares oscuros y apartados.
* Compre un sistema de alarma o un bastón de seguridad electrónico, o hágase cliente de algún sistema privado de localización satelital a través de un chip.
* Cuando haga instalar la alarma, pida que la protejan con rejillas metálicas fijadas con remaches y éstos con pegamento especial.
* No conduzca en estado de ebriedad, los ladrones pueden bajarlo de su coche a golpes mientras usted intenta ponerlo en marcha.
* Trate de guardar su vehículo en el garaje de su casa o en el parqueo de su edificio a cualquier hora del día. No lo deje mucho tiempo en la calle.
* Use los parqueos de vehículos y si asiste a una fiesta, trate de ir en un taxi o radiotaxi.
* Pague unos pesos a un cuidador callejero de autos y pídale su nombre. Dirove ha provisto de credenciales a los cuidadores que están debidamente registrados.
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EL ORIGEN DE LA MERCANCÍA NO ES UN SECRETO PARA NADIE
Los autos y partes robados se venden en los mercados negros

Los que se van fuera de Bolivia usan pasos clandestinos y tienen compradores en Perú, Paraguay y Brasil, en este último se los cambia por precursores para la fabricación de cocaína, según las hipótesis de las unidades policiales que combaten estos delitos.

Los autos robados y sus accesorios se venden a plena luz del día y sin ninguna reserva en los mercados negros que florecen en varias capitales de Bolivia.
Su destino depende de la especialidad de las bandas. Los auteros están divididos en subespecialidades: hay quienes sólo se llevan vehículos nuevos y lujosos para venderlos como usados, y otros que prefieren modelos antiguos o los transformers para desmantelarlos y negociarlos por partes.
La mayoría de los automóviles de lujo -según la Dirección Nacional de Prevención, Investigación del Robo de Vehículos (Diprove)- se venden dentro del país.
Los que se roban en La Paz van a parar al mercado cruceño o cochabambino o a la inversa. Y para facilitar la venta, las bandas los trasladan a otros departamentos, incluso aquellos que no están en el eje, con documentación y placas falsas.

FRONTERAS ADENTRO
"En La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y en Oruro se han abierto lugares de compra y venta de un parque vehicular de dudosa procedencia", dijo el coronel Miguel Rojas, director de Diprove.
Las bandas que operan en Cochabamba tienen conexiones con delincuentes de otras ciudades y sus mejores mercados están en regiones fronterizas como Guayaramerín, Riberalta, Yacuiba o Puerto Suárez.

SIN PREGUNTAS
Y aunque a veces puede presumirse la ignorancia del comprador sobre el origen de la mercancía, por lo general ellos están conscientes de su procedencia, porque estos vehículos se transan por casi la mitad de su precio y aun por menos.
Los jeeps Toyota, por ejemplo, tienen un mercado asegurado en las zonas de explotación de madera. Su chasis bastante duro, la potencia de su motor y otras particularidades, como el guinche y la doble tracción, los hacen aptos para trabajar como tronqueros (transportadores de troncos). Los auteros los roban, venden su estructura exterior, se deshacen de lo que no les sirve, hacen desaparecer el número del chasis para borrar pistas, y los ofrecen a los madereros que los adquieren sin hacer preguntas.

AUTOS POR DROGA
Pero no todo el producto de la industria de los auteros se queda en Bolivia. Las unidades de Inteligencia de Diprove han constatado la existencia de dos conexiones: Perú y Paraguay, países de los que, en lo que va del año, se recuperaron 12 automóviles robados en varias ciudades del país.
Los traficantes no utilizan los pasos fronterizos legales sino poblaciones intermedias como Puerto Acosta, en La Paz, fronteriza con Perú, y Yacuiba en Tarija, que es la ruta hacia Paraguay.
Y si bien no existe evidencia de una conexión hacia Brasil -con excepción de algunos casos aislados- hay hipótesis de que los autos robados toman los pasos fronterizos por Pando (Trinidad, Riberalta y Guayaramerín) para llegar al mercado brasileño, donde son intercambiados por precursores para la fabricación de cocaína, dijo el capitán Iván Rojas, jefe operativo de la Dirove-La Paz.

MERCADOS ILEGALES
Pero para los charqueadores -los que roban modelos antiguos o transformers para quitarles sus piezas más comerciales- y los ladrones de partes y accesorios, el negocio es otro y florece a la vista de todos. La feria de la avenida16 de Julio de El Alto, el parque del Quinto Anillo en Santa Cruz y la cancha Calatayud en Cochabamba, son abastecidas por estas bandas. Allá se encuentran autopartes y accesorios robados junto con los que se introducen de contrabando, y que se venden a precios ínfimos.
Y las pruebas de la actividad de los desmanteladores están repartidas por las zonas periurbanas de varias ciudades del país. En el trayecto a la zona de Río Abajo, en La Paz, por ejemplo, se encuentran planchas de metal de todos los tamaños y formas que llevan a pensar que ese ha sido el escenario de un grave accidente de tránsito, pero no es así.
Esta zona es usada por los charqueadores para deshacerse de las cubiertas y de las piezas inservibles.
Lo mismo pasa en Cochabamba, donde los vehículos robados son desarmados de inmediato en los talleres clandestinos y su cubierta es abandonada en cualquier punto de esa ciudad.
Pero los mercados negros no son los únicos donde se transan partes y accesorios robados.
Dirove-La Paz comprobó -en varios operativos- que algunas tiendas de autopartes y accesorios en la zona de San Pedro, en La Paz, son parte de la cadena delictiva articulada por las bandas.
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UN RIESGO COMPARTIDO
El propietario pasa a ser un asegurador

Ahora las compañías cubren el 80 por ciento de los robos y los dueños el 20.

Hasta hace algún tiempo el que un vehículo, sobre todo lujoso, sea robado total o parcialmente en las principales ciudades del país no provocaba grandes preocupaciones a los propietarios.
"El seguro se encargará de pagar", era la frase que casi siempre se escuchaba cuando el dueño de un auto de marca y de varios miles de dólares de precio se quedaba sólo con las llaves de su vehículo.
Pero, las aseguradoras ya no quieren arriesgar su negocio y han establecido mecanismos para transformar a sus clientes en corresponsables de la cancelación del seguro.
Ahora, el robo total o parcial de un vehículo es cubierto en un 80 por ciento por casi todas las compañías de seguros y el restante 20 por ciento del daño sufrido debe ser cancelado por el propietario.
Esta modalidad intenta lograr que la persona que asegura su carro, lo cuide mejor porque sabe que la compañía no le pagará el total del robo.
Miguel Barragán, gerente general de Credinform International, sostuvo que con el sistema 80-20 el propietario de un vehículo es su propio asegurador.

LAS ASEGURADORAS TAMBIÉN AYUDAN
El hecho de que el dueño de un vehículo corra con parte del gasto en el caso de un robo total o parcial de su motorizado no ha eliminado esa actividad delictiva y de ello también están conscientes las compañías aseguradoras.
Alejandro McLean, vicepresidente ejecutivo de BISA Seguros, reconoció que es un riesgo que asumen las aseguradoras y que es parte del negocio.
Pero, ¿qué hacer para reducir las posibilidades de sustracción de vehículos en el país? McLean sostuvo que la empresa que representa provee a sus clientes de alarmas y bastones de seguridad como parte del servicio.
Las aseguradoras, al igual que la Policía, ya conocen cómo se mueven los ladrones de vehículos. Saben, por ejemplo, que los coches son robados por épocas y que durante un tiempo se pierden más carros de una marca que de otra, pese a que los más apetecidos son los Mitsubishi y las vagonetas todo terreno de diferentes marcas japonesas porque son lujosas y adecuadas para realizar largos viajes.
Es más, sospechan que una red internacional de ladrones de autos lleva vehículos robados en Bolivia hacia Paraguay y Uruguay para que posteriormente sean trasladados, vía marítima, hasta el continente africano.
En todo caso, existe un estrecho trabajo con los organismos de la Policía Nacional, señaló Tatiana Ovando, subgerente comercial de La Boliviana Ciacruz, una compañía que coordina acciones con las autoridades para tratar de recuperar un vehículo robado.
Ovando explicó que si un cliente cobró el seguro y luego aparece su coche, éste pasa automáticamente a poder de la empresa como pieza recuperada.
Hay dos maneras de indemnizar al cliente: una de ellas es reponer un vehículo que tenga más o menos las mismas características del robado, sobre la base de un informe del estado del carro en el momento de ser asegurado, y la otra es cancelar el capital por el que está asegurado un coche.
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